Los traumatismos dentales provocados por un impacto pueden producir lesiones en los dientes y/o en los tejidos que los sostienen. Pueden causar la fractura o caída de uno o más dientes. Es muy importante actuar rápido y de forma adecuada para minimizar el efecto del traumatismo e intentar recuperar la pieza dental, siempre que sea posible.
Como señalan los expertos, «los niños son además el grupo social que más fracturas y fisuras dentales registran, y esta dolencia es la segunda causa de atención odontopediátrica tras la caries y la principal demanda de atención dental en verano»
Si el traumatismo se produce en un diente de leche ha de acudirse de inmediato al dentista, tanto si se trata de una fractura o de la salida completa del diente, con el objetivo de evitar alteraciones en el germen del diente definitivo y garantizar su correcto desarrollo. Los dientes de leche no han de reimplantarse (reintroducir en su lugar), ya que podrían afectar negativamente al desarrollo y erupción del diente permanente.
Si el traumatismo se produce en un diente permanente ha de acudirse inmediatamente a un centro odontológico.
Cuando se produzca la caída completa del diente, que pueda volver a reinsertarse depende en gran medida del tiempo que permanezca fuera. Es importante que el tratamiento profesional se realice en los 30-60 minutos siguientes a la salida del diente.
El diente ha de transportarse en buen estado de conservación. La leche, por ejemplo, es la mejor solución para su conservación en este corto periodo. Otras opciones son la solución salina o la saliva.